Expresionismo Abstracto norteamericano

Expresionismo Abstracto norteamericano

Durante los años en que tuvo lugar la segunda guerra mundial, el arte de vanguardia en EEUU. alcanzó su propia identidad. Los factores que contribuyeron a ello eran de índole muy diversa, pero el esencial fue, quizá el deseo de los jóvenes artistas americanos de desvincularse de las influencias provenientes de Europa y crear, de ese modo, un lenguaje con características propias.

Las profundidades J.Pollock ( 1953) Óleo y esmalte s/tela
Para comprender el proceso que condujo a la configuración de ese lenguaje debe tenerse en cuenta la situación artística norteamericana en los años que precedieron al gran conflicto bélico. Había transcurrido ya mucho tiempo desde las primeras experiencias vanguardistas relacionadas con la exposición del Armory Show en Nueva York, en 1913.Las primeras vanguardias se conocían, en los años veinte, a través de publicacio­nes, o gracias a actividades destinadas específicamente a promover el interés por el arte contemporáneo, como las llevadas a cabo por la Anonyme, fundada por Katherine Dreier y Marcel Duchamp.
En 1929 se abrió en Nueva York el museo de Arte Moderno, bajo la dirección de Alfred J. Barr Jr. quien, a partir de ese momento. se interesó por dar a conocer no sólo los grandes representantes de las primeras vanguardias, sino también los últimos "ismos” del siglo pasado. El gran acierto de Barr estribó en comprender que sin hacer referencia a los precursores mal se podía entender el arte de las primeras décadas del siglo XX. Por otra parte, se preocupó también de que el nuevo museo contara con piezas decisivas de un artista que, en aquellos momentos, gozaba ya de gran prestigio y reconocimiento en EE.UU.:Pablo Picasso. Así, no resulta extraño que en ­la obra de la mayoría de artistas jóvenes que iniciaron su trayectoria en los años treinta, se percibieran influencias de Picasso, tanto de la etapa cubista como de la posterior, en la que confluían elementos propios del esquematismo con otros procedentes de la revitalización de un lenguaje clásico en el que formas y temas remitían al mundo grecorromano.
Uno de los factores que contribuyeron de manera decisiva a que las vanguardias se introdujeran plenamente en el ámbito artístico norteamericano fue el hecho de que muchos artistas europeos emigraran durante la década de los treinta. Baste recordar que la famosa escuela de la Bauhaus en Alemania cerró sus puertas en 1933 con el advenimiento del régimen nazi. A partir de ese momento fueron muchos los arquitectos, pintores y escultores que, sin posibilidades para salir adelante en su país se trasladaron a Norteamérica. Cabría citar, entre los más significativos a los arquitectos Walter Gropius y Ludwig Mies van der Rohe:;al polifacético artista László Moholy-Nagy, que llegó a fundar en Chicago la New Bauhaus y ­a los pintores Josef Albers y Hans Hofmann. La tarea docente desarrollada por todos ellos tuvo gran repercusión en la formación de no pocos artistas americanos. Hofmann concretamente. había residido en Parías e los años ­anteriores a la primera guerra mundial y allí había entrado en contacto con numerosos pintorrees y escultores fauces y cubistas. En realidad fueron sus enseñanzas , mas que su propia pintura, las que influyeron a los jóvenes artistas.
Por otra parte, ademas de los artistas alemanes, el pintor francés Fernand Leger se trasladó a los EE.UU a inicios de de los años treinta para dar diversas conferencias en distintas universidades americanas.
Cuando se declaró la guerra en 1939 y una año después Paris fue tomada por los alemanes, el grupo surrealista emigróa EE.UU.algunos se habían marchado incluso antes de la toma de la capital francesa.
Así, a inicios de los años cuarenta se hallan en EE.UU. artistas representativos de corrientes diferentes: Breton, Dalí, Ernst, Masson Tanguy, Matta y los escultores de la tendencia cubista, Lipchizt y Zadkine. Este traslado entrañó el traspaso de la capital artística de Parías a New York.
Las exposiciones de arte surrealista y abstracto que se llegaron a efectuar en New York en la década de los cuarenta fueron realmente decisivas , pues contribuyeron a difundir el arte contemporáneo con relativa rapidez. No sólo las instituciones se encargaron de organizar muestras de ese tipo de arte sino que comenzó a tener importancia la tarea de las galerías dedicadas a las vanguardias. La más significativa fue la que abrió Peggy Guguggenheim, casada por aquel entonces con Max Ernst, en 1942. La llamaron Art of this Centuryy en ella expusieron su obra artistas como Pollock, Motherwell, Rothko, Still y el propio Hofmann.

los juguetes. W Baziotes.óleo s/tela (1952)

Antes de que el Expresionismo Abstracto comenzase a cobrar importancia como lenguaje artístico existían en EE.UU. diversas corrientes en las que trabajaban artistas muy distintos. Durante los años treinta surgieron algunos artistas abstractos, entre los que destacaban principalmente Stuart Davis y Milton Avery.Además, en 1936 se constituyó el grupo AAA (Artistas Abstractos Americanos) que, en total desacuerdo con las directrices surrealistas, desarrolló un tipo de arte un tanto ecléctico, en el que se percibían influencias muy heterogéneas. Entre los artistas admirados por el grupo se hallaban -aparte de Picasso, cuyo valor era reconocido por todos- Kandinsky, Klee, Miró y Léger. Como quiera que sus aportaciones fueron bastante escasas,el grupo como tal desapareció pronto, en 1940,pues en esa época empezaban ya a perfilarse los nuevos valores .
Surgieron otros grupos, y , entre ellos, el que mas trascendencia tendría, debido a los artistas que lo constituyeron fue The Ten. Los fundadores, Mark Rotkho y Adolf Gottlieb serían, mas tarde, dos de los grandes representantes de la corriente expresionista abstracta.
En otro grupo se incluyeron pintores como Stuat Davis, Arshile Gorka, Willem de Kooning, David Smith y John Graham. Este último, al igual que Hofman, estaba muy interesado por el psicoanálisis y se dedicó a estudiar no sólo las teorias de Sigmund Freíd, sino tambien las de Carl Gustav Jung. Estos conocimientos tuvieron amplia repercusión en otros artistas, así, a traves de Graham, Rotlho y especialmente Pollock se interesaron por el pensamiento jungiano. Por otra parte, este interés conduciría a Pollock a adoptar técnicas relacionadas con el automatismo surrealista.
No obstante, a pesar de la existencia de un buen número de artistas interesados por el lenguaje renovador de las vanguardias, la crítica no vio con demasiados buenos ojos las actividades de todos ellos. En el fondo, prefería la obra de uno de los artistas tradicionales con que contaba la pintura norteamericana, Edward Hopper, en cuyos cuadros figurativos y realistas aparecían escenas fácilmente identificables con la manera de comportarse de los propios americanos.
Algunos artistas sin ser todavía claros exponentes del expresionismo abstracto, pueden considerarse como precursores del mismo, puesto que en su trayectoria se operó una transformación similar a la que tuvo lugar en la pintura norteamericana que cubre el período de los años treinta y comienzos de la década siguiente. Se produjo un proceso en el que las influencias procedentes del Cubismo y de la Abstracción se abandonaron, para adoptar unlenguajebasado en una simbiosi entre Abstracción y Surrealismo. El caso más claro de este tipo de evolución es el de Arshile Gorky (1904-1948). En torno a 1925, Gorky comenzó a pintar composiciones con un lenguaje tomado del Impresionismo para algo más tarde, inclinarse hacia la influencia de Cézanne. Ésta le condujo a va­lorar el Cubismo, especialmente la modalidad sintética. La obra de Picas­so, Braque y Gris pasó a constituir un verdadero punto de referencia para Gorky. Más tarde, ya en la segunda mitad de los años treinta, recibió in­fluencias de las composiciones biomórficas de Miró, y también se sintió atraído por la obra automática de Masson y Matta.

cascada.A.Gorky.óleo s/tela (1943)


Puede afirmarse que, hacia 1942, había conseguido un lenguaje total­mente propio, caracterizado por la independencia del dibujo con respec­to a las manchas de color que aparecen a modo de áreas irregulares. Las tonalidades son evanescentes y cambiantes; a veces presentan calidades un tanto transparentes. En sus peculiares abstracciones, Gorky mezcla elementos provenientes de la naturaleza con otros imaginados, y logra crear un mundo absolutamente personal.

Por su parte, William Baziotes (1912-1963) comenzó a utilizar la téc­nica automática, hacia 1941, para pintar abstracciones de carácter biomór­fico en las que, en ocasiones, se aprecian elementos propios de una iconografía mitológica, tal y como ocurre en su obra Cyclops. Muchas de las imágenes reflejadas por Baziotes en su pintura son un claro exponente de su gran interés por el mundo submarino. Tanto los extraños seres que aparecen en ellas como los colores y tonalidades empleados -verdes, azu­les y violetas- corresponden al mundo acuático.
Otro artista precursor del Expresionismo Abstracto es Mark Tobey (1890-1976) que había vivido durante un tiempo en Japón y estaba muy influido por la caligrafía oriental, así como por el pensamiento zen. Sus obras conocidas bajo el nombre genérico de White Writings que datan de 1942, anticipan.. según Michel Tapié.el lenguaje informalista. En ellas lenguaje la superficie de la tela se llena de signos filamentosos de carácter abstracto, en tonos blanquecinos que contrastan con los colores oscuros empleados para el fondo.

al filo de agosto. M Tobey (1953)
El año 1947 puede considerarse como la fecha de inicio del Expresionismo Abstracto norteamericano, cuando los representantes de este movimiento se liberan de influencias foráneas para crear un lenguaje propio. No obstante, el período en que se gestó coincidió con el desarrollo de la segunda guerra mundial, igual que el Informalismo en Europa. Por este motivo, ambas corrientes poseen mucho punto en común. Lo esencial es quizá su carácter marcadamente antropocentrista, que aflora en todas y cada una de las obras de los artistas. En ese sentido tanto una tendencia como otra se nutren de la tradición romántico-simbolista, y las obras que resultan poseen los rasgos de las personalidades que las crean. Así el Ex­presionismo Abstracto deja traslucir los estados de ánimo de los pintores y las obras se convierten en vehículo para expresar las más diversas sensa­ciones. La angustia, la rabia, el dolor aparecen muchas veces contenidos en los intensos goteos de Pollock o en los brochazos de De Kooning. El ser humano vuelve a vivir los horrores de una guerra. En ocasiones, sin em­bargo, se percibe una tendencia a escapar de lo horrible para sumergirse en la tan anhelada espiritualidad kandinskyana. Éste sería el caso de Roth­ko y su exaltación anímica a través del color.
Al igual que ocurriera con el Informalismo europeo, el arte expresio­nista abstracto norteamericano partió de las experiencias de Wassily Kan­dinsky de los años en torno a la primera guerra mundial. La serie de obras conocidas como improvisaciones fueron realmente decisivas para la ma­yoría de artistas. Un año después de la muerte de Kandinsky, en 1944, el Museo de Arte Moderno de Nueva York organizó una muestra retrospecti­va del gran artista abstracto. Además, se publicó en inglés su obra De lo es­piritual en el arte (1911), en la que Kandinsky sostenía que toda manifes­tación artística provenía de una necesidad interior. En el fondo, esta misma idea era compartida por los informalistas y por los expresionistas abstractos. Si bien conceptualmente la obra de Kandinsky puede conside­rarse como un claro precedente de los movimientos mencionados, desde un punto de vista formal y técnico no resulta tan clara su influencia. En los años en torno a la guerra, Kandinsky había realizado numerosas pinturas abstractas, dotadas de gran libertad -muy distintas a las que más tarde efectuaría en el seno de la Bauhaus-, pero en ningún momento se sintió tentado a utilizar el collage o bien empastes gruesos que otorgasen a las superficies una textura importante. En cambio, para los artistas de las ten­dencias informalista y expresionista abstracta sí fue decisiva la incorpora­ción de técnicas que permitiesen obtener calidades y grosores acusados. Se trataba, ante todo, de dejar bien patente la huella del artista. Las pince­ladas, los chorreados y goteos se convierten, de este modo, en auténticas marcas que no sólo denotan la presencia del artista, sino que dejan traslu­cir incluso sus propias sensaciones y emociones. Sus pensamientos, sus pasiones, en suma, sus experiencias, pasan a configurar las telas de un ar­te que puede no gustar, pero que jamás deja indiferente.
En EE.UU. aparecieron dos modalidades diferentes dentro del Expre­sionismo Abstracto, tal como sucedió en Europa con el lnformalismo, que contó también con diferentes subtendencias. En América, los pintores ac­tuaron principalmente en el denominado gestualismo y en la creación de las llamadas color-field paintings (pinturas de superficie-color).
Fue en 1947 cuando Jackson Pollock (1912-1956) realizó su primera pintura con dripping (goteo), y comenzó con ella su trayectoria expresionista abstracta. Lejos quedaban ya sus estudios con Thomas Hart Benton en la Arts Students League de Nueva York, entre 1930 y 1932. Gracias a Benton, Pollock se interesó por los grandes maestros del pasado, y llegó a realizar copias de determinados artistas, como Miguel Ángel, El Greco o Rubens. Algo más tarde, empezó a familiarizarse con el empleo de nuevas técnicas -pistola, aerógrafo- y materiales sintéticos.
Nº26A."blanco y negro" J.Pollock ( 1948) Esmalte s/tela
Ojos en el calor. J.Pollock ( 1946) Esmalte s/tela

Toda su vida estuvo marcada por la adicción al alcohol y, ya en 1937, hubo de internarse en un sanatorio para llevar a cabo un tratamiento que le permitiera vencer el alcoholismo. Gracias a la terapia psiquiátrica, pasó épocas muy buenas, en las que su capacidad creativa alcanzó su punto culminante. A fines de los años treinta se interesó profundamente por la obra de los muralistas mejicanos, Orozco, Rivera y Siqueiros. Hay que te­ner en cuenta que este último había fundado, entre 1936 y 1937, un taller experimental en Nueva York, y que Diego Rivera había tenido una exposición muy significativa en el Museo de Arte Moderno, entre 1931 y 1932- Y que tan sólo un año después había pintado un mural para el Rockefelle Center. En cuanto a José Clemente Orozco, había realizado un mural por esas mismas fechas para el Dartmouth College que fue muy visitado.
Así pues, Pollock conocía la obra de los artistas mejicanos, y la había visto directamente del natural. De todos modos, más que experimentar una influencia directa de los muralistas, relacionada con la iconografía por ellos representada, Pollock se interesó fundamentalmente por la composición, así como por los grandes formatos de sus pinturas. Entre 1942 y 1947, Jackson Pollock realizó obras figurativas, en las que se rastrean sin dificultad influencias de distintas procedencias. Por un lado, aparece buen número de pinturas en las que se pone de manifiesto el interés suscitado por la obra de Picasso, tanto desde el punto de vista del esquematismo, como por el carácter libre y suelto de los trazos. Por otro lado, se ad­vierten factores que conectan con la obra de Kandinsky, Miró y Masson sobre todo por las gamas cromáticas empleadas. Junto a este tipo de influencias, relacionadas con las vanguardias europeas, se pueden apreciar elementos que conectan con
el arte primitivo de los indios navajos de América del Norte. El propio Pollock diría que había visitado a los indios en sus reservas y les había visto efectuar sus célebres pinturas de arena. Esta actividad de los indios le atraía no sólo por los resultados obtenidos sino también desde un punto de vista conceptual. Para los primitivos tipo de acciones formaba parte de un ritual determinado y por consiguiente, esas pinturas poseían una función específica en el seno de su sociedad. Pollock intentaba crear asimismo un ritual, del que la obra formase parte. De ahí surgiría su experiencia de la Action Painting, según la denominaría el crítico Harold Rosenberg en Art News; diciembre de 1952.
La pintura de acción implica estar literalmente dentro de la obra, pues el artista trabaja siguiendo un sistema absolutamente novedoso. Pollock -partir de 1947- colocaba en el suelo del taller grandes lienzos sobre los que vertía la pintura por goteo, empleando unos cubos que previamente había perforado. La febril acción gesticulante de su brazo. que efectuaba sobre la tela los movimientos de vaivén mas diversos, daba como resultado un denso entramado de líneas, dotadas de gran libertad. En este momento desaparecieron de su obra los últimos vestigios figurativos, a la par que el artista decidía eliminar toda connotación ligada a los títulos de las pinturas. Pasó a llamar a sus obras de manera muy simple:”composición número X”. De este modo, el espectador se enfrenta a la pintura sin ningún dato que pueda li­mitar su amplio significado. Pollock aspiraba a la creación de un arte uni­versal en el que se unieran las características propias del mundo occidental y las del oriental, fundamentándose en la creencia de que existe una reli­gión universal. Esta creencia conectaba con su gran interés por el esoteris­mo y las ciencias ocultas. Se ha señalado, en ocasiones, que el estilo all-over (superficie completamente llena) podría derivar de estas concepciones.
Entre 1942 y 1947 las pinturas de Pollock aludían a temas tempestuosos relacionados con la sexualidad animal, con los ritos nocturnos o las leyen­das grecorromanas. Poco a poco, abandonó esas referencias y se concen­tró exclusivamente en el poder expresivo de las formas biomórficas. En determinadas ocasiones, Pollock no empleó solamente pintura para realizar sus inmensas obras, sino que introdujo ciertas cantidades de vidrios triturados mezclados con el empaste. Otras veces, además de la pintura sintética, empleó esmaltes y pintura metálica para obtener calida­des texturales distintas. La obra de Pollock sorprende al verla al natural, pues en ella el color adquiere, junto a los gruesos drippings, un protago­nismo absoluto. Prefería utilizar colores primarios que contrastaban vio­lentamente entre sí y que, junto a las calidades metálicas de los goteados de aluminio, creaban asociaciones realmente insólitas. Muchas veces se ha apuntado que la pintura de acción constituye un precedente de los Happenings e incluso del Body Ar
En 1953, Pollock abandonó la técnica del dripping, tras haber agota literalmente todas sus posibilidades, y quedó sumergido en una depre­sión que casi le impediría volver a pintar. Tres años más tarde moría víctima de accidente de coche, a la edad de 44 años. La siguiente generación artistas, la de los pops norteamericanos, le consideraría siempre como el mejor de los representantes del Expresionismo Abstracto. La tarea de Pollock y su manera de trabajar se difundió en todo el mundo gracias a las fotografías y films realizados por Hans Namuth, que permiten apreciar la creatividad de la frenética acción pollockiana en toda su potencia.
Una actividad muy distinta a la de Pollock fue la llevada a cabo por elpintor de origen holandés Willem de Kooning (1904), cuya obra anterior a 1948 no debe considerarse como expresionista abstracta. Sino como una síntesis de soluciones cubistizantes y elementos tomados del Expresionismo. A diferencia de la mayor parte de artistas pertenecientes a la corriente del Expresionismo Abstracto, cuya obra carece de figuración. De Kooning siempre fluctuó entre la pintura abstracta y la figurativa. En los años treinta y comienzos de los cuarenta. el artista realizó una serie de obras en la que los temas eran figuras humanas o naturalezas muertas. A partir de 1942,empleó el automatismo para efectuar unas obras en las que determinadas configuraciones geométricas se asociaban a otras de carácter biomórfico.
Mujer y bicileta. W.De Kooning ( 1952-53) Oleos/tela

Mujer cantando. W.De Kooning ( 1952-53) Oleo s/papel montado en s/tela

El gestualismo de De Kooning era muy distinto al de Pollock, pues no empleaba dripping, sino grandes brochazos mediante los cuales obtenía una acusada sensación de dinamismo. Algo mas tarde, a cominezos de los cincuenta, inició una serie de mujeres desnudas, en las que el elemento gestual sigue siendo muy importante. Las grandes figuras femeninas de De Kooning retoman la tradición de las mujeres representadas por Picasso o por Chaim Soutine. Las figuras de De Koonning están constituidas por viollentos y fuertes trazos, con aspecto brutal y agresivo, y que presentan algunos puntos de contacto con las mujeres plasmadas por Karel Appel.
Pintura número 2. F Kline ( 1954) Oleo s/tela
Un artista significativo dentro del ámbito gestual es Franz Kline (1910-1962), amigo de De Kooning que trabajó casi exclusivamente con blanco y negro. Sus trazos gruesos y cargados de pintura, se reparten sobre las grandes superficies de las telas y logran transmitir la sensación de que se trata de alusiones a sus propias experiencias. Cabe mencionar también, dentro de este apartado del Expresionismo Abstracto, a artistas como Ja­m Brooks, Bradley Walker Tomlin y Philip Guston.
Otra de las tendencias del movimiento expresionista abstracto nortea­mericano es la conocida como color-field painting. Los artistas que tr­abajaron dentro de esta línea querían, esencialmente, investigar hasta límite de las posibilidades del color: interacciones cromáticas, contrastes, yuxtaposiciones de tonos, asociaciones de colores no efectuadas ante­riormente ... Los artistas más representativos de esta tendencia fueron los tres amigos Mark Rothko, Barnett Newman y Clifford Still. Si se observa la evolución de los tres artistas, resulta prácticamente imposible determinar cual de los tres fue el primero en realizar pinturas de campos de color. Con toda probabilidad, experimentaron influencias recíprocas. No obstante, el que permaneció más fiel durante toda su trayectoria posterior a los hallazgos efectuados a fines de los años cuarenta fue Mark Rothko.
Markus Rothkowitz (1903-1970) había llegado a Norteamérica en 1913 procedente de Rusia, donde la vida resultaba extraordinariamente difícil para una familia judía. Tras graduarse y, al mismo tiempo, aprender música para tocar la mandolina y el piano, Rothko -nombre que adoptaría a partir del año 1940- comenzó sus estudios superiores en las ramas de literatura y arte. Llegó a matricularse en la universidad de Yale, pero no concluyó en ella sus estudios, probablemente debido a dificul­fades económicas. En ,1924, en Portland, entró en contacto con Jose­phine Dillon, la que fuera primera mujer de Clark Gable, y estudió arte dramático en su compañía teatral. Sin embargo, su experiencia como actor fue muy corta.
Su trayectoria pictórica comenzó en los años veinte, de los que datan toda una serie de dibujos y acuarelas, así como algunos óleos que corres­ponden a los años finales de la década. Pintó figuras humanas, escenas domésticas y vistas urbanas que poseen ciertos puntos de contacto con la estética expresionista. En 1933 realizó su primera exposición individual en Portland y muy poco después lo haría en Nueva York.
Rothko sintió gran interés, ya en su primera etapa, por la obra de Cé­zanne, sobre todo por la técnica de los pasajes, así como por la estructura de sus composiciones. A mediados de la década de los años treinta empe­zó a interesarse por las culturas primitivas, como la civilización prehelé­nica o el Próximo Oriente. Ya en algunas pinturas figurativas correspondientes a esa época, Rothko distribuyó la composición por zonas, similares a los registros de las estelas sumerias o de la pintura egipcia Mark Rothko era un profundo admirador de músicos como Mozart, Schubert o Beethoven. Asimismo, se interesó por la filosofía de Nietzsche y Kierkegaard, factores decisivos para valorar su pintura.

Hacia 1945, la pintura de Rothko se hallaba en una línea que reunía elementos propios del Surrealismo con otros procedentes de la Abstracción. Fue dos años más tarde, cuando ,junto con Clifford Still, cambiaría totalmente su lenguaje y se decantaría por la total abstracción. A partir de ese momento, su interés se centró en el estudio del color . Su obra, a diferencia de la de Pollock se ejecuta por medios tradicionales y prefiere el óleo a cualquier otro tipo de pintura. Un punto en común con los otros artistas expresionistas abstractos es el gran formato de sus lienzos, que casi siempre aparecen dispuestos verticalmente.
En realidad, la pintura de campos de color rothkiana se atiene a unos mismos principios desde 1948 hasta la fecha de su muerte. No se distin­guen etapas; el artista varió tan sólo las gamas cromáticas con las que tra­bajaba. En alguna ocasión, al final de su trayectoria, empleó acrílicos y se decantó por soluciones monocromáticas.
anaranjado,amarillo, anaranjado.Mark Rothko

magenta, negro verde sobre naranja.Mark Rothko

En las pinturas de Rothko, el color aparece dispuesto por franjas y ja­más queda limitado por líneas o encerrado en estructuras geométricas fi­jas. Por este motivo, quienes hacen referencia a Mondrian o a cualquiera de los constructivistas como precursores de su pintura no tienen en cuen­ta este factor que resulta claramente diferenciador. La pintura de Rothko . va más allá de la pura abstracción y realmente expresa una amplia gama de sensaciones y emociones. El color rojo era el que más le fascinaba, pues poseía, según él, una carga expresiva mayor que la de otros colores, especialmente por los valores simbólicos que se le asocian.
Su capacidad para relacionar colores que difícilmente pueden imagi­narse juntos, como el rosa, el rojo y el anaranjado, resulta extraordinaria. Rothko diría que llegó a ser pintor porque deseaba elevar la pintura a un nivel semejante al de la música y al de la poesía. Tal aseveración se com­prende al contemplar su obra. El espectador llega a sentirse inmerso en esos enormes campos de color creados por él.
Los dos últimos años de su vida fueron terribles. En 1968 sufrió un aneurisma de aorta y la enfermedad le dejó muy deprimido. Dos años después se suicidó.
Clifford Still (1904-1980) comenzó a pintar paisajes del oeste america­no en los años treinta. Ya en la década de los cuarenta se interesó por la obra de Turner, en la que la atmósfera queda reflejada mediante transpa­rencias y veladuras de un modo inigualable. En ciertos paisajes del artista inglés, las formas se tornan tan evanescentes que se llegan a perder en el seno de las manchas. Por otra parte, Still estudió el modo de pintar de Gauguin mediante el empleo de colores planos. Ello le conduciría a valo­rar la aportación de Matisse en relación a cuestiones cromáticas.
Entre 1948 Y 1949, Still experimentó una profunda transformación; abandonó toda referencia figurativa, para refugiarse en una serie de pinturas negras con un marcado sentido de austeridad que preludiaban sus series monocromas posteriores. En la siguiente década, Clifford Still, amplió su gama cromática, trabajó con tonalidades más luminosas y efectuó obras de grandes dimensiones, en las que el único elemento desencadenante de sensaciones son las manchas de color situadas sobre fondos.
En cuanto a Barnett Newman (1905-1970), partía de una serie de experiencias pictóricas que, en los comienzos de los años cuarenta, se hallaban vinculadas al Surrealismo y a la Abstracción. Efectuó numerosas composi­ciones en las que se advierten elementos de carácter biomórfico que res­ponden a los dictados del automatismo. En 1947 abandonó las influencias procedentes de las vanguardias europeas, para realizar un tipo de pinturas en las que pueden distinguirse elementos tomados de la iconografía ­de los indios de la costa del noroeste. Sin embargo, Newman permanece­ría poco tiempo dentro de esta trayectoria, ya que un año más tarde abandonó la figuración y se inclinó por la ejecución de grandes campos color.
Tertia. B. Newman( 1964) técnica mixta

La obra de Newman es muy distinta a la de Rothko y a la de Still, ya que prefería la precisión de la línea recta para delimitar las zonas de color. Por otra parte, se decantó mucho más que sus compañeros hacia el empleo del monocromatismo. Estos factores son decisivos para valorar su aportación durante los años sesenta. A mediados de esa década surgirían toda una serie de artistas, los abstracto-postpictóricos, según la denominación de Greenberg, que tomarían la trayectoria de Newman como la de un pre­decesor. En el fondo, su lenguaje limitado y austero no hace más que pre­ludiar soluciones de carácter minimalista.
Existen algunos artistas expresionistas abstractos cuya obra no se atie­ne, de manera estricta, a ninguna de las dos vías de actuación tratadas, como sucede con Robert Motherwell, Adolph Gottlieb o Ad Reinhardt. En algunos casos, podría hablarse de una simbiosis de gestualismo y pintura de campos de color. RobertMotherwell (1915-1992) fue, además de pintor, un teórico que contribuyó a difundir el arte contemporáneo en EE.UU. Basta recordar la edición de textos dadaístas que efectuó en 1951, gracias a la cual numerosos artistas que en aquellos momentos estaban en su etapa de formación tuvieron la ocasión de leer en inglés toda una serie de escritos de vanguardia que influirían en su propia trayectoria.
Motherwell se sintió muy pronto atraído por la literatura francesa del siglo XIX especialmente por los autores que veneraban a los surrealistas, como Baudelaire, Rimbaud y Lautremont. En 1949, llegó a poner el título de Voyage a una de sus pinturas el mismo que el poema de Baudelaire.
Elegía por la república española.Motherwell.técnica mixta(1965-67)
Su contacto con los surrealistas exiliados se había iniciado en 1940 y, desde muy pronto, llevó a cabo actividades intelectuales junto a ese grupo de artistas. En esa época se detecta en su obra la influencia del peculiar modo de entender el automatismo por parte de Matta. Su relacióncon los surrealistas fue decisiva en la valoración del arte simbolista. En la obra realizada por Motherwell, dentro ya del Expresionismo Abstracto, se advierten elementos que lo separan de la concepción de otros artistas del movimiento. Motherwell creía que la pintura era simbólica y correspondía a determinados sentimientos e ideas. Cuando en 1949 realizó la serie de pinturas titulada Elegías a la República española, el artista aclaró que no se trataba de una serie política, sino que sólo pretendía que las obras fue­ran metáforas del contraste existente entre la vida y la muerte, así como la de la interrelación existente entre ambas. En su manera de organizar las composiciones se perciben ciertas influencias de Matisse, Miró y Picasso.
contraposición.A.Gotlieb.óleo s/tela (1951)
La pintura de Adolph Gottlieb (1903-1974) empezó a poseer un carác­ter específico en torno a 1942. Durante ese año y los siguientes, Gottlieb realizaría la serie de las llamadas Pictografías en las que pueden verse ele­mentos figurativos, distribuidos en recuadros de distintos tamaños que re­cuerdan algunas composiciones de Klee o de Joaquín Torres García. Mu­cho más características, sin embargo, son las pinturas algo posteriores, en las que aparece un disco en la zona central superior. A modo de gran es­fera solar, este elemento se repite una y otra vez en toda una serie de obras completamente abstractas que sugieren, no obstante, temas paisajísticos. Utiliza el dripping para resolver algunas zonas, mientras que otras se caracterizan por la presencia de gruesas pinceladas que contienen gran cantidad de empaste y que suponen un acusado contraste respecto a los fondos, trabajados en liso. El color es, desde luego, un factor esencial en la pintura de Adolph Gottlieb. Recurre a utilizar gamas amplias de color, pese a que en determinadas épocas tiende a limitarse al uso del blanco y el negro.
Ad Reinhardt (1913-1967) estuvo muy influido durante los años treinta por el Cubismo y la Abstracción. Este hecho determinó, en parte, sus reali­zaciones posteriores. A partir de 1952, puede considerársele adscrito al mo­vimiento expresionista abstracto. En esa época decidió restringir la gama cromática y empleó soluciones monocromas para resolver los fondos. So­bre ellos apenas destacan formas geométricas rectangulares, resueltas en tonos algo más oscuros. La concepción de su obra se acerca a la de los artis­tas que investigan la cuestión cromática. La obra de Reinhardt experimentó muy pocos cambios y cuando éstos se produjeron fue para acentuar el sen­tido de marcada austeridad que el conjunto de su obra posee.
El Expresionismo Abstracto norteamericano no finaliza en una fecha determinada, sino que se debilita entre 1953 y 1956, año este último en que muere Jackson Pollock y que, además, señala el nacimiento del Pop­ Art. No obstante, no siempre debe ni puede trazarse una línea clara que marque los límites temporales de una corriente artística concreta, ya que si bien a menudo sus inicios pueden estar muy claros, es posible que no ocurra lo mismo con su final. Uno de los motivos que podría apuntarse en este sentido es el hecho de que algunos de los artistas adscritos al movi­miento sigan realizando obras dentro de una misma trayectoria, como su­cede con Rothko o Still. En ese sentido, su obra debe calificarse siempre de expresionista abstracta, a pesar de que la corriente como tal haya desa­parecido para dejar paso a otros movimientos.


Fuente:”historia universal del arte”últimas tendencias. Lourdes Cirlot. Editorial Planeta.1994
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